jueves, 11 de junio de 2015

LECTURAS DEL JUEVES X DEL T. ORDINARIO 11 DE JUNIO SAN BERNABÉ APÓSTOL (ROJO)


Deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda.





ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Hch 11, 24

Dichoso san Bernabé digno de ser contado entre los Apóstoles, pues era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que anduviste separa a san Bernabé, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, para la obra de conversión de los gentiles, concede que el Evangelio de Cristo, que predicó con tanto entusiasmo, sea anunciado fielmente, de palabra y de obra. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe.

Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 11, 21-26; 13, 1-3


En aquellos días, fueron muchos los que se convirtieron y abrazaron la fe. Cuando llegaron estas noticias a la comunidad cristiana de Jerusalén, Bernabé fue enviado a Antioquía. Llegó Bernabé, y viendo la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho; y como era hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe, exhortó a todos a que, firmes en su propósito, permanecieran fieles al Señor. Así se ganó para el Señor una gran muchedumbre.

Entonces Bernabé partió hacia Tarso, en busca de Saulo; y cuando lo encontró, lo llevó consigo a Antioquía. Ambos vivieron durante todo un año en esa comunidad y enseñaron a mucha gente. Allí, en Antioquía, fue donde por primera vez los discípulos recibieron el nombre de "cristianos".

Había en la comunidad cristiana de Antioquía algunos profetas y maestros, como Bernabé, Simón (apodado el "Negro"), Lucio el de Cirene, Manahén (que se crió junto con el tetrarca Herodes) y Saulo. Un día estaban ellos ayunando y dando culto al Señor, y el Espíritu Santo les dijo: "Resérvenme a Saulo y a Bernabé para la misión que les tengo destinada". Todos volvieron a ayunar y a orar; después les impusieron las manos y los despidieron.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 97, 1. 2-3ab. 3cd-4. 5-6 

R/. El Señor ha revelado a las naciones su justicia.

Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.

El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia.

Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R/.

La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.

Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos al son de los clarines al Señor, nuestro rey. R/.



ACLAMACIÓN Jn 13, 34 







R/. Aleluya, aleluya.

Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros; como yo los he amado. R/.


Todo el que se enoje contra su hermano, será llevado ante el tribunal.

Del santo Evangelio según san Mateo 5, 20-26


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Les aseguro que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en el Reino de los cielos.

Han oído que se dijo a los antiguos: No matarás y el que mate será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: Todo el que se enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo desprecie, será llevado al fuego del lugar de castigo.

Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda.

Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te rogamos, Señor, que santifiques con tu bendición las ofrendas que te presentamos para que, al recibirlas de ti mismo nos inflamen en el fuego de tu amor, por el que san Bernabé llevó a los gentiles la luz del Evangelio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I o II de los Apóstoles.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 15

Ya no los llamaré siervos, dice el Señor, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. A ustedes los he llamado amigos, porque les he dado a conocer todo lo que he oído a mi Padre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Habiendo recibido, Señor a prenda de la vida eterna, te rogamos humildemente que lo hemos celebrado bajo los signos sacramentales en memoria de san Bernabé, apóstol, lo lleguemos a contemplar en plenitud. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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