lunes, 5 de enero de 2015

LECTURAS DEL LUNES DE FERIA DE NAVIDAD 5 DE ENERO (BLANCO)


El pueblo que yacía en tinieblas vio una gran luz.





ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 64, 12

Con tu bondad, Señor, bendices este año y tus campos se llenarán de frutos.

ORACIÓN COLECTA

Dios eterno, principio de todo lo creado, concédenos durante este año, que desde hoy te dedicamos, no carecer de lo necesario para la vida y dar testimonio de ti con nuestras buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Examinen toda inspiración para ver si viene de Dios.

De la primera carta del apóstol san Juan: 3, 22–4, 6

Queridos hijos: Puesto que cumplimos los mandamientos de Dios y hacemos lo que le agrada, ciertamente obtendremos de él todo lo que le pidamos. Ahora bien, éste es su mandamiento: que creamos en la persona de Jesucristo, su Hijo, y nos amemos los unos a los otros, conforme al precepto que nos dio. Quien cumple sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él. En esto conocemos, por el Espíritu que él nos ha dado, que él permanece en nosotros.

Hermanos míos, no se dejen llevar de cualquier espíritu, sino examinen toda inspiración para ver si viene de Dios, pues han surgido por el mundo muchos falsos profetas. La presencia del Espíritu de Dios la pueden conocer en esto: Todo aquel que reconoce a Jesucristo, Palabra de Dios, hecha hombre, es de Dios. Todo aquel que no reconoce a Jesús, no es de Dios, sino que su espíritu es del anticristo. e éste han oído decir que ha de venir; pues bien, ya está en el mundo.

Ustedes son de Dios, hijitos míos, y han triunfado de los falsos profetas, porque más grande es el que está en ustedes que el que está en el mundo. Ellos son del mundo, enseñan cosas del mundo y el mundo los escucha. Pero nosotros somos de Dios y nos escucha el que es de Dios. En cambio, aquel que no es de Dios no nos escucha. De esta manera distinguimos entre el espíritu de la verdad y el espíritu del error.

Palabra de Dios.

Te alabamos Señor.

Del salmo 2

R. Yo te daré en herencia las naciones.

Anunciaré el decreto del Señor. He aquí lo que me dijo: “Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy. Te daré en herencia las naciones y como propiedad, toda la tierra”. R.

Escuchen y comprendan estas cosas, reyes y gobernantes de la tierra. Adoren al Señor con reverencia, sírvanlo con temor. R.

ACLAMACIÓN  Cfr. Mt 4, 23



R. Aleluya, aleluya.

Jesús predicaba la buena nueva del Reino y curaba a la gente de toda enfermedad. R.

Ya está cerca el Reino de los cielos.

Del santo Evangelio según san Mateo: 4, 12-17. 23-25

Al enterarse Jesús de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea, y dejando el pueblo de Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaúm, junto al lago, en territorio de Zabulón y Neftalí, para que así se cumpliera lo que había anunciado el profeta Isaías:

Tierra de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. El pueblo que yacía en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivían en tierra de sombras una luz resplandeció.

Desde entonces comenzó Jesús a predicar, diciendo: “Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos”. Y andaba por toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando la buena nueva del Reino de Dios y curando a la gente de toda enfermedad y dolencia.

Su fama se extendió por toda Siria y le llevaban a todos los aquejados por diversas enfermedades y dolencias, a los poseídos, epilépticos y paralíticos, y él los curaba. Lo seguían grandes muchedumbres venidas de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania.

Palabra del Señor.

Gloria a ti Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Que te sean gratas, Señor, las ofrendas que te presentamos, para que todos los que celebramos con alegría el comienzo de este año, merezcamos que transcurra íntegro en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de Epifanía o de Navidad.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Heb 13, 8

Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Acompaña, Señor, al pueblo que participó en este santo sacramento, para que durante todo este año ningún peligro lo aflija, ya que siempre está confiando en tu protección. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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